Charcutería

Charcutería

Los embutidos curados, al igual que la carne de la que proceden, tienen un alto contenido de proteínas y son ricos en otros minerales como el fósforo

Los embutidos curados son aquellos que se elaboran a partir de una mezcla de carne picada, condimentos y especias y que son sometidos a un proceso de maduración dejándolos secar hasta que adquieren una cierta consistencia. Estos forman parte de la tradición culinaria española, y aportan sabor y color a numerosos platos de cuchara, apetecibles en cualquier época del año, pero sobre todo cuando bajan las temperaturas. Los embutidos han sido siempre los grandes aliados de nuestros abuelos que los utilizaban, junto a los alimentos del huerto como las patatas y hortalizas, para elaborar un menú completo compuesto por un único plato que les proporcionara las energías que necesitaban para trabajar. En nuestra charcutería podemos encontrar productos de elaboración casera como Mortadela, Chopped, Jamón de York, Pechuga de Pavo, Sobrasadas…  Así como nuestros jamones Serranos, curados y elaborados secados artesanalmente.

PROPIEDADES

Los embutidos curados tienen un alto contenido de proteínas y además, ateniendo a su contenido de minerales, son ricos en fósforo y sobre todo en sodio, componente de las sal añadida en todos ellos como saborizante y método de curación y conservación. En cuanto a las vitaminas que este rico grupo de alimentos proporciona, las que más abundan suelen ser la vitamina A, D, ambas liposolubles, y , la más destacada, las vitaminas del grupo B. Por otra parte, algo de lo que siempre se le acusa a los embutidos es de su alto nivel de grasas, sin embargo, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de ellas son insaturadas, es decir, “grasas buenas”. Solo un 35-40% de las grasas de algunos embutidos, como el chorizo o el salchichón, son saturadas la cual cosa hace que ambos productos se acerquen al perfil recomendado en una alimentación saludable (33% grasas saturadas, 67% insaturadas). Además, estos alimentos son también ricos en hierro y otros micronutrientes importantes como son el potasio y el magnesio. Así pues, los embutidos, consumidos de una forma moderada y esporádica, pueden aportarnos numerosos compuestos beneficiosos para nuestra dieta.

BENEFICIOS

Los embutidos curados, al igual que la carne de la que proceden, tienen un alto contenido de proteínas y son ricos en otros minerales como el fósforo. Por eso, su consumo moderado contribuye al aumento y conservación de la masa muscular y al mantenimiento de huesos y dientes. Por otro lado, si hay algo de lo que se le acusa al embutido es de su gran cantidad de grasa, pero hay que tener en cuenta que, como ya hemos dicho, en su mayoría son grasas insaturadas, o lo que es lo mismo, “grasas buenas” puesto que ayudan a cuidar el corazón. Así mismo, la gran cantidad de vitaminas del grupo B que estos aportan ofrecen grandes beneficios al cuerpo:

  • Vitamina B 1 o tiamina, que favorece el buen funcionamiento del corazón.
  • Vitamina B3 o niacina, que ayuda a disminuir el cansancio y fatiga.
  • Vitamina B12 que facilita la formación de glóbulos rojos y fortalece el sistema inmunitario.